Sobre la financiación del posconflicto y el presupuesto destinado a la implementación de lo acordado, giran los principales cambios en el último punto del Acuerdo con las Farc
Asegurar la sostenibilidad fiscal de la implementación en el marco de la normatividad presupuestal vigente, hacer control y rendir cuentas sobre el presupuesto, y financiar los proyectos rurales con recursos procedentes de las regalías, son los nuevos compromisos del Gobierno en la nueva redacción del Acuerdo con las Farc, realizados a partir de las propuestas del No. También quedó especificado en el texto que no existe en él la “ideología de género”.
En materia presupuestal, el nuevo texto incluye un párrafo, a petición de todos los sectores del No, en el que se asegura en referencia al posconflicto que el Gobierno “se compromete a garantizar su financiación a través de diferentes fuentes. La implementación y el desarrollo de los acuerdos se realizarán en cumplimiento de la normatividad vigente en materia presupuestal, garantizando la sostenibilidad de las finanzas públicas”.
Asimismo, se señala que el Estado deberá “garantizar que la totalidad de los recursos públicos asignados a la implementación se ejecuten correcta y estrictamente dentro de los términos del Acuerdo final” y para ese fin dispondrá de “información clara, accesible y oportuna sobre las decisiones desde la asignación hasta la ejecución final de los recursos, que permita su seguimiento de manera sencilla, y mecanismos de rendición de cuentas, difusión de la información, control de la ciudadanía y de los órganos de control”.
Estipula, además, que “los recursos de regalías serán una fuente más de las diferentes fuentes para la implementación del Acuerdo en los territorios”. Lo importante, explicó a EL MUNDO el economista y especialista en Política Económica, Remberto Rhenals Monterrosa, es saber diferenciar entre la financiación del largo plazo y la del corto plazo.